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Tronco de Navidad: La receta francesa que esconde una milenaria tradición europea

Aprende a elaborar un delicioso y tradicional postre festivo europeo, cuyo origen se remonta al siglo XIX y simboliza la luz en el solsticio de invierno.

En plena temporada navideña, el tradicional Tronco de Navidad, conocido en Francia como Bûche de Noël, continúa conquistando mesas en Europa. Este postre, un auténtico símbolo de las festividades invernales, resalta por su aspecto que simula a la perfección un leño cubierto de nieve y corteza de árbol. La clave de su encanto radica en su esponjoso bizcocho genovés arrollado y su cremosa cobertura de chocolate, capaces de enamorar tanto a grandes como a chicos.

El surgimiento del Tronco de Navidad tiene profundas raíces culturales. Su origen se remonta al siglo XIX como una transformación del antiguo rito del solsticio de invierno, en el que las familias quemaban un leño en la chimenea para atraer la luz y ahuyentar la oscuridad. En ese entonces, la tradición estipulaba que el tronco debía arder durante al menos tres días, utilizando madera de árboles frutales.

El avance de las tecnologías de calefacción desplazó poco a poco las chimeneas abiertas, facilitando que la costumbre pasara del ámbito ritual al culinario. Distintas versiones apuntan a su invención entre París y Lyon en el siglo XIX, incluida la receta documentada por Pierre Lacam en 1898, quien proponía un tronco de mazapán y helado bañado en fondant de chocolate. Sin embargo, la versión con bizcocho y crema perduró como la favorita en Francia y países de influencia francófona.

Ingredientes esenciales para el clásico navideño

Preparar un auténtico Tronco de Navidad requiere de ingredientes sencillos y propios de la repostería, distribuidos en el bizcocho, la crema y el almíbar.

Para el Bizcocho Genovés (Para una bandeja de 30×40 cm):

  • 4 huevos grandes (separados y a temperatura ambiente).
  • 100 gramos de azúcar granulada.
  • 100 gramos de harina de trigo de repostería.
  • 1 pizca de sal.
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional).

Para la Crema de Mantequilla de Chocolate (Cobertura y Relleno):

  • 200 gramos de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente).
  • 300 gramos de azúcar glas (tamizada).
  • 100 gramos de cacao en polvo puro (tamizado).
  • 60 ml de leche o nata para montar.
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla.

Ingredientes para el Almíbar (para humedecer):

  • 100 ml de agua.
  • 100 gramos de azúcar.
  • Opcional: un chorrito de licor de ron o kirsch.

Guía paso a paso: cómo lograr el Tronco de Navidad perfecto

El procedimiento inicia con el bizcocho para asegurar que quede aireado y flexible. Con el horno precalentado a 180°C, bate las claras junto con la sal hasta que tomen punto de nieve suave. Incorpora el azúcar poco a poco y sigue batiendo hasta formar un merengue firme. Añade luego las yemas y la vainilla, mezclando solo hasta integrar.

Incorpora la harina tamizada con una espátula, usando movimientos envolventes para preservar el aire en la mezcla. Vierte la masa en una bandeja forrada con papel de horno, extiéndela de manera uniforme y hornea durante 10-12 minutos.

Al salir del horno, coloca el bizcocho caliente sobre un paño limpio espolvoreado con azúcar glas. Retira el papel y enróllalo con el paño. Este paso es vital para dar la forma característica y evitar que el bizcocho se quiebre. Deja que enfríe enrollado por completo.

Relleno y decoración: el toque final

Mientras enfría el bizcocho, bate la mantequilla hasta que esté cremosa. Agrega poco a poco el azúcar glas y el cacao en polvo, alternando con la leche o nata y la esencia de vainilla, hasta lograr una crema homogénea. Desenrolla el bizcocho frío, humedécelo con el almíbar y esparce una tercera parte de la crema sobre toda la superficie.

Vuelve a enrollar el bizcocho, ahora sin el paño, y refrigéralo al menos 30 minutos para que adquiera firmeza. Corta los extremos en diagonal para imitar la apariencia de un tronco real. Cubre todo el rollo con la crema restante y, usando un tenedor, crea líneas para imitar la textura de la madera.

Termina la decoración espolvoreando azúcar glas para simular nieve y agrega detalles temáticos al gusto, logrando una presentación única y festiva que hará de este postre el centro de atención en cualquier encuentro familiar navideño.


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